


¿Por qué es un error? Por varios motivos:

Seguro que conoces a alguien en tu entorno para quien gastarse 1200€ por un IPhone X «lo vale» y sin embargo no se gasta 40€ en la cuota del gimnasio porque le parece caro. El concepto de «caro» o «barato» va vinculado a una noción mucho más importante para el consumidor: ¿Qué valor me reporta a mi, como consumidor, elegir tal producto o servicio?
Este valor puede ser tangible (a nadie le chocará que unos pendientes de oro sean más caros que unos de plástico, por ejemplo) o intangible (apoyo al comercio local, ayudo a reducir mi consumo de plástico, elijo algo alineado con mis valores personales). Por tanto, más barato NO
más valioso o más relevante, ¡SÍ!


Y crearías otro problema añadido: si vendías algo por 60€ y de golpe lo bajas a 30€, la percepción de tus clientes será que en realidad tu producto siempre valió 30€. Y que les has estado engañando hasta ahora. ¿Te imaginas cómo se sentirán? ¿Dónde quedará tu imagen de marca? Y además ¿cómo les justificarás volver al precio inicial de 60€ cuando a ti te apetezca?
En resumidas cuentas: bajar tus precios para vender más puede parecer una opción fácil e incluso atractiva, pero acarrea consecuencias serias… ¡Piénsatelo bien!
En el próximo post veremos el tercer error más común de las empresas en tiempos de crisis.
¡Hasta pronto!